jueves, 27 de octubre de 2022
Cumpliendo protocolos: "manejar con cuidado"
En Los Dos Consules, Diego Carcedo novela con gran ritmo la llegada a Burdeos de miles de refugiados en el verano de 1940 desde el norte de Francia y de otros países, huyendo de la limpieza etnica nazi en los territorios que ocupaban. Su fantasía era acercarse a la frontera, entrar en España o transitar a Portugal y embarcar hacia America, Africa o Palestina. Judios, rusos, republicanos españoles, ciudadanos de los países conquistados corrían el riesgo cierto de ser confinados en campos de concentración o ajusticiados sobre la marcha.
Aristides de Sousa y Eduardo Propper, cónsules de Portugal y de España con sus actuaciones nada protocolarias consiguieron que varios miles de personas recibieran visados de entrada o de tránsito, en contra de las instrucciones de los respectivos ministerios. Los dos fueron apartados de sus responsabilidades, represaliados y olvidados durante años.
Stalislav Petrov, el hombre que evitó la Tercera Guerra Mundial. El 26 de septiembre de 1983, tres semanas después de que los militares soviéticos derribaran el vuelo 007 de Korean Air, Petrov era el oficial de guardia en el centro de mando de alerta temprana nuclear Oko. Cuando el sistema informó de que se había lanzado un misil desde los Estados Unidos, seguido de cinco más. Petrov consideró que los informes eran una falsa alarma y decidió desacatar lo que ordenaba el protocolo militar soviético.
En principio, Petrov pensó que debía de tratarse de un error, porque no tendría sentido que los estadounidenses atacaran con un único misil. Más tarde los ordenadores indicaron que cuatro misiles más se dirigían hacia la URSS. Es lo que se llamo "el incidente del equinoccio de otoño".
Petrov conocía bien las peculiaridades del sistema satélite de alerta temprana OKO y creía que este podía equivocarse, así que consideró de nuevo que eran muy pocos misiles, solo cinco, cuando Estados Unidos tenía miles. Decidió esperar y se descubrió que era una falsa alarma causada por una rara conjunción astronómica entre la Tierra, el Sol y la posición específica del satélite OKO. Cuando le preguntaron por qué no había dado la alerta, contestó: ¨"La gente no empieza una guerra nuclear con solo cinco misiles". Fue apartado de sus responsabilidades y olvidado durante años.
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