viernes, 8 de agosto de 2014

Cero y Gomorra, Roberto Saviano

Escribe Roberto Saviano en Cero Cero Cero que un capo italiano adoctrinando a organizaciones latinas, les decia que “el mundo de los que creen que se puede vivir con la justicia, con las leyes iguales para todos, con un buen trabajo, la dignidad, las calles limpias, las mujeres iguales a los hombres, es solo un mundo de maricas que creen que pueden engañarse a si mismos…las chorradas dejemoslas a los idiotas ricos que se compran ese lujo…Quien manda lo hace y punto".
La obra, se centra en el análisis del negocio de la cocaína a nivel mundial y el rol que la droga juega en las finanzas internacionales. No existen títulos que coticen en bolsa capaces de generar el beneficio de la cocaína. La inversión más arriesgada, la especulación más previsora, movimientos rapidísimos de ingentes flujos de dinero que logran abatirse sobre las condiciones de vida de continentes enteros, no consiguen una multiplicación del valor comparable ni de lejos. Quien apunta hacia la coca acumula en pocos años riquezas que en general los grandes holdings han conseguido en décadas de inversiones y especulaciones financieras.
Si un grupo empresarial consigue meter mano a la coca, ostenta un poder imposible de alcanzar con cualquier otro medio. De cero a mil. Una aceleración que no puede dar ningún otro motor económico.
Por eso, allí donde la coca es la economía de escala no existe más que el enfrentamiento feroz y violento.
Encuentran 127 kilos de cocaina en el Juan Sebastian Elcano.
Detras de un gran negocio hay una gran organizacion. Esto es lo que cuenta Saviano como guionista de la serie Gomorra, disponible, con paciencia, en algunas webs de descargas. La primera temporada contiene los componentes esenciales de una organizacion exitosa. La venganza, el poder de la sangre, el racismo, el desprecio a las personas y a la mujer en particular, como valores que guian y articulan. La capacidad de entender y adaptarse al entorno cuando hay que ir a la carcel. El juego de la legalidad para multiplicar las posibilidades de acercarse a la vision de gran empresa. La capacidad de negociacion y resolucion de conflictos en situaciones de normalidad, cuando se quiere asaltar la posicion de un competidor o es necesario cambiar la estructura de poder, sea con eres, fusiones o externalizaciones. La utilizacion de la politica como palanca para asentar y diversificar el negocio. El empuje de las nuevas generaciones y la capacidad de regeneracion para conservar el poder que tienen las elites de las grandes corporaciones. Todo ello contado por un Roberto Saviano que en una entrevista de Pablo Ordaz en El Pais del 16 de febrero de 2014 decia:
“Me he arruinado la vida”
Pregunta el periodista:
Después de que la mafia napolitana lo condenara a muerte, obligándole a enterrarse en vida, ¿por qué ha seguido escribiendo sobre los mismos asuntos?
Respuesta.
Me gustaría responder a la pregunta con una frase heroica del tipo: continuo escribiendo porque creo en la verdad, porque no han conseguido amedrentarme, pero me sentiría un poco ridículo porque dentro de mí no es la verdad. O mejor, porque la verdadera respuesta es: estoy obsesionado. Estoy obsesionado porque una vez que me encontré de frente con la historia de las mafias ya no pude, físicamente incluso, resistirme a seguirla. Sabía que si continuaba escribiendo me iría peor en la vida. No solo por la cuestión de las amenazas, sino porque la mayoría de las personas citadas en el libro intentarían denunciarme por difamación...tal vez podría haber hecho lo mismo, con el mismo compromiso, con el mismo coraje, pero con prudencia, sin destruirlo todo. Pero he sido impetuoso, ambicioso, no puedo disponer de mi vida sin pedir autorización. Ni salir cuando quiero, ni entrar cuando quiero, ni frecuentar a las personas que quiero sin tener que esconderlas para que no sufran represalias...espero que esto termine algún día.